Barbacoa Ruiz Alcantara, San Jose (Cronica)
- El Freddy
- 25 may 2018
- 2 Min. de lectura
Eran las 8 de la mañana cuando recibí una llamada de mu buen amigo Diego, el cual el motivo de su llamada era invitarme a desayunar a un lugar donde venden barbacoa y hay música en vivo, yo accedí con gusto, y comencé a prepararme para salir, solo me puse una pans y una playera, me subí a mi auto y me dirigí a la casa de mi amigo Diego.
Lo recogí a las 8:30 el se subió y emprendimos camino hacia aquel lugar, el cual esta cerca de la Central de Abasto, llegamos al lugar llamado Barbacoa Ruiz Alcantara, lo primero que se veía y escuchaba al entrar el era un señor que siguen me comentaba mi amigo Diego se la pasaba cantando todos los fines de semana, a él le puedes pedir cualquier canción de banda que quisieras, perfecto para aquellas almas destruidas a manos del alcohol.
El lugar esta repleto de familias, que llagaban a desayunar, y de amigos que llegaban a curar esa noche de fiesta descontrolada que probablemente habían tenido.
Llegamos a las 9 y cuando entramos no tardamos en sentarnos, ahí había una curiosa forma de ordenar pues tenia que ir a donde tenían la barbacoa y pedir cuanto habas a comer y a un lado una señora vendiendo tortillas, Diego fue el encargado de ir a comprar todo, yo lo espere durante unos 10 min. y en esos 10 min. observe un poco a mi alrededor, había familias, grandes familias conformado por lo menos de 20 personas en una gran mesa, que venían a comer y a disfrutar de la música en vivo, tambíen haba una mesa donde se podían observar a un grupo de amigos cantando y comiendo y otros muy serios.
Después de un rato Diego llego con la barbacoa, comenzamos a comer y a platicar, mientras esto sucedía el señor encargado del espectáculo no paraba de cantar y complacer con canciones a una mesa en particular, fue cuando unos 15 min después una señora decidió pedir una canción y cantarla ella misma, lo cual fue un martirio para todos los presentes, pues los sonidos que emitía se asemejaban a los de una persona siendo apuñalada una y otra vez, afortunadamente no duro mucho cantando y dejo el escenario.
Al cabo de media hora más, aproximada mente al cuarto para las diez estábamos casi terminando de desayunar y decidimos pagar e irnos.
Mi experiencia en el lugar fue muy grata, ya que es un lugar para ir a desayunar despues de una noche de copas, con amigos.
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